viernes, setiembre 19, 2008

¿Diversión a toda costa?

No tengo feisbuk, no entró al jaifaif, mis visitas a los blos han disminuido y escribo un pos cada cuarto menguante. La chamba me absorve de tal manera, que no tengo tiempo ni ganas de entrar a Internet después de mi hora de salida, ni si quiera los fines de semana.

No tengo nada en contra de las nuevas formas que aparecen para llenar nuestra ociosidad, pero parece que los que estamos fuera de toda esta gama tecnológica nos perdemos de una experiencia maravillosa y sustancial. Es verdad que todos pasamos por tendencias tecnológicas que nos llenan en determinados momentos, pero que de ninguna manera son tan importantes y vitales para dejar otras actividades.

Puedo observar que algunos de mis compañeros de trabajo están a diario conectados al feisbuk. Un día le pregunté a uno “¿Tus amigos cuelgan fotos todos los días?” y me respondió con un escueto "Sí". Creo que no quiso dar más detalle esperando que siguiera mi camino y lo dejara solo extasiado contemplando el feisbuk.

Supongo que hay personas que saben marketear su momentos kodak mejor que otros, pero ¿De verdad sienten que su vida es tan cinematográfica que necesita ser colgada en la web mañana, tarde y noche?

Es bacán que las cámaras digitales sean tan populares y que se tomen fotos siempre que se tengan ganas, pero creo que la idea del feisbuk va más allá de solo publicar fotos para el deleite de los amigos y familiares. Es como si se utilizarán todos estos recursos para ser estrellas y vivir un reality mediático.

El año pasado llevé un curso llamado “Consumidores bajo la lupa”, en una de las lecturas se explicaba que en la actualidad las personas le temían a lo aburrido, que necesitaban transformar su mundo en uno “divertido” y que todo era parte de la construcción de la identidad.


¿El uso del feisbuk, jaifaif, blos, etc, vuelven a una persona sosa y sin gracia en una divertida y popular? O será que podemos serlo sin estar como musulmanes fundamentalistas o católicos acérrimos rezando a estos dioses tecnológico al levantarnos por las mañanas y antes de irnos a dormir.

No creo que una herramienta transforme la personalidad, por más avanzada que esté la ciencia y la tecnología, a nadie se le va a hacer el milagro.